Thursday, April 5, 2012

Picasso, el eterno femenino

Picasso es uno de los artistas más sonados de nuestro tiempo. Desde que era pequeña recuerdo que me decían que ese señor se hizo famoso por pintar una línea. La realidad es mucho más compleja que un simple trazo. Picasso nos trajo el cubismo y una nueva manera de acercarnos al arte. Descompuso las formas y las presentó mediante figuras geométricas que fragmentan la superficie y las líneas y que al yuxtaponerse reinventan los modelos plásticos. Esta perspectiva, llamada cubismo – crucial en la evolución de las vanguardias- nos permite reflejar un rostro tanto de frente como de perfil a la misma vez.

El eterno femenino*, como lo titulan en la exposición de la Fundación Canal de Madrid, estuvo rodeado de mujeres que se convirtieron en personajes claves en su vida y en sus obras.

El artista admira e interroga al sujeto femenino. Presenta la figura de la mujer como un soporte para la manifestación del alma de mujeres imaginadas o reales, como las dos últimas mujeres de su vida: su compañera Francoise Gilot y su esposa Jacqueline Roque, trazadas desde las ópticas renacentista, barroca o cubista.

Picasso resucita las formas elegantes de los retratos femeninos del renacimiento con mujeres generalmente representadas de perfil ocasionalmente ornadas con flores o cuellos alargados al estilo manierista. Son en gran parte rostros inventados o recreación de caras de personas concretas. Piezas de gran belleza llenas de equilibrio y calma en las que la serenidad y la armonía de los rasgos se convierten en una idealización de las facciones de la mujer que son a la vez una glorificación de la belleza.

La mayoría de las mujeres que pinta se presentan observándonos o bien buscando fuera de la obra una razón para su presencia distante e incluso indiferente. En algunos retratos aplica los principios cubistas trazando líneas audaces sobre un fondo negro o bien invierte los términos y son enérgicos campos de color los que delimitan el nuevo territorio del rostro femenino.

Picasso resucitando la pose más habitual del retrato renacentista, con una óptica que hace referencia a las representaciones de la Virgen y retratos de la corte, sienta a la mujer para enfrentarse a su mirada múltiple e inquieta, audacia y libertad de la creación picassiana. A su vez representa el universo de ensueño y confidencias.

Un artista caracterizado por una imaginación rebosante, nos transmite con sus trazos sentimientos y emociones que van más allá que lo que el expectador puede apreciar a simple vista en sus obras.

* título que hace referencia a la expresión creada por Goethe según la cual el eterno femenino reune a la madre y a la amada en un principio universal que remite a la propia Eva y que por tanto, unifica a las diversas modalidades de la mujer en un modelo intemporal y platónico.
Fuente: Fundación Canal Isabel II, Madrid.